Dieser Artikel wurde von Natascha Horst, Studierende des FTSK Germersheim, unter der Leitung von Dr. Eva Katrin Müller im Rahmen des Projektes „Global Voices“ übersetzt.
“Aquí ser mujer e indígena es lo peor que te puede pasar.”
So beginnt eine Reportagereihe über Frauen in Bolivien, veröffentlicht von Periodismo Humano [es], einer gemeinnützigen Onlinezeitung, deren Hauptaugenmerk den Menschenrechten gilt. Das Zitat stammt von Marisol, Anführerin eines Kollektivs anarchofeministischer Frauen, die in einem Video, das dem ersten Kapitel [es] dieser Reihe beigefügt ist, die Geschichte vieler indigener Frauen erzählen, die vom Land in die Stadt ausgewandert sind, darunter auch Marisol.
Mario Munera Rodríguez, Autor dieser Reportage, schreibt [es]:
El dibujo social en el que se enclava la mujer boliviana viene dado por el contraste de, por un lado lo que allá definen como agringados o personas que desean imitar los estilos de vida (a ojos de) capitalistas y por el otro el de aquellas y aquellos que tienen raíces y se niegan a dejarlas atras.
Das zweite Kapitel [es] der Reihe rückt die Mädchen und den Zugang zu Bildung in den Fokus:
Según el INE [Instituto Nacional de Estadistica] 2001 en Bolivia, la tasa de analfabetismo de mujeres es de 19,35 por ciento, mientras la tasa de analfabetismo masculinos es del 6,94 por ciento. En el campo el analfabetismo femenino es del 37,91 por ciento, en contraposición al masculino que es de un 14,42 por ciento.
La educación de la mujer es muy importante. La escolaridad alcanzada por las mujeres influye directamente en las condiciones de salud, nutrición y supervivencia de los hijos. Asimismo, incide en la mortalidad materna.
Es ist sehr wichtig, dass Frauen Zugang zu Bildung haben. Die durch Frauen erworbene Schulbildung beeinflusst unmittelbar die Bedingungen in den Bereichen Gesundheit, Ernährung und das Überleben der Kinder. Zugleich wirkt sie sich auf die Müttersterblichkeit aus.
Sonia, eine Soziologin, die im Video interviewt wird, sagt, dass „der Zugang zu Bildung in Bolivien sehr chauvinistisch ist. Die Mädchen werden quasi ignoriert.“
In der dritten Reportage [es] klärt Munera über die Beteiligung bolivianischer Frauen an der Politik auf. Der Artikel zum Video enthält folgende Zitate:
“Muchas han tenido que usar la violencia para hacerse respetar, para ponerles el límite al hombre”
“Los hombres piensan que las mujeres son para que se recreen incluso en estas circunstancias, de compañeras en la política”
“Se busca a las mujeres para alistarlas dentro de los partidos políticos postulantes al gobierno y tratan de cumplir con el 30% de participación de las mujeres, pero nominalmente”
“Todavía los hombres toman las decisiones y las mujeres tienen sólo que levantar la mano”
“El gobierno han cooptado a muchos de los intelectuales y pensadores de izquierda que nos decían sobre por dónde debíamos ir”
“Quienes hemos estado cuestionando la política del gobierno, no de manera destructiva y quienes no somos de derechas, hemos sido las organizaciones de mujeres”
Am Ende hebt Munera im vierten und letzten Kapitel [es] hervor, dass „sexuelle und geschlechtsspezifische Gewalt mehr als 70% der registrierten Überfälle im Land ausmachen“. In einer Reihe von Interviews kommen eine Koordinatorin, eine Soziologin und eine Psychologin zu Wort und erklären, wie Frauen als Opfer chauvinistischer Gewalt in Bolivien leben.
Das Video endet mit einer Präsentation von Schwarz-Weiß-Fotografien, aber vorher erfährt man: „Kein einziger Mann wollte an diesem Dokumentarfilm mitwirken.“